A quien me regala
flamantes sonrisas: a Isabella.
EXORDIO
Para
el DRAE, sonrisa, proviene del antiguo sonrisar
y éste de sonreír (del latín subridēre). Sonreír significa: 1. Reírse un
poco o levemente, y sin ruido. 2. Dicho de una cosa: Ofrecer un aspecto alegre
o gozoso. 3. Dicho de un asunto, un suceso, de una esperanza, etc.: Mostrarse
favorable o halagüeño para alguien. La sonrisa es la acción y efecto de sonreír,
por lo tanto, las tres acepciones anteriores contextualizan la aparición de la
sonrisa. Literalmente dicho están los momentos de contento en que se muestra una
sonrisa, ¿y los momentos de alguna insatisfacción?
En
cinesiología encontramos que existen nueve expresiones faciales innatas:
Alegría, tristeza, temor, enojo, rechazo, incomodidad, perplejidad,
desconcierto y admiración. (Marco Aurelio Denegri, Miscelánea
Humanística. Segunda edición. Perú, Fondo Editorial de la UIGV, 2010, 21.)
Es
axiomático que la sonrisa se presente en la alegría; sin embargo, también la podríamos
encontrar en el temor, el rechazo y la admiración; y eventualmente en la
perplejidad, la incomodidad y el desconcierto. Siete de nueve expresiones
innatas señaladas por Denegri. Pues bien, la sonrisa suscita cierta
incertidumbre en su abordaje; y como bien se señala en el DRAE, en su
definición albergan aspectos positivos, con cargo a adicionar algunos
negativos.
LA
AMBIGÜEDAD DE LA SONRISA
El
sfumato consiste en la aplicación de muchas capas de pintura tan delgadas como
gasa. Leonardo lo aplicaba en el rabillo de los ojos y la comisura de los
labios, lugares en donde se basa la expresividad del rostro. Gelb torna la
técnica del sfumato a un principio de
vida para alcanzar la inteligencia, y la define así: “Disposición para aceptar
la ambigüedad, la paradoja y la incertidumbre.” Según el autor, Leonardo, tenía la
mente abierta ante la incertidumbre, no le temía a la paradoja y le fascinaba
la ambigüedad. (Michel J. Gelb, Inteligencia Genial. 7 principios claves para
desarrollar la inteligencia, inspirados en la vida y obra de Leonardo da Vinci.
Primera edición. Colombia, Editorial Norma S.A., 1999, 157.)
LA SONRISA EN LA OBRA DE LEONARDO DA VINCI
En
La Virgen de las rocas sucede una
tensión mágica, ¿por qué Leonardo eligió un fondo tenebroso para tan tierna
escena? Esta obra, en su totalidad, es la más grande expresión de la
ambigüedad.
Gelb
cita a Bramly:
“Leonardo compuso La Virgen de las rocas en torno a un
principio organizador: el del contraste, la oposición. El pacífico grupo de la
madre, los niños y el ángel casi sonriente está rodeado de un fondo confuso que
sugiere el fin del mundo… las plantas florecen en una roca estéril. Leonardo
parece estar diciendo que la Inmaculada Concepción abre el camino para la
agonía en la cruz. Lo que debería ser una fuente de júbilo lleva consigo las
semillas del Calvario.” (Michel J. Gelb, o.c., 158.)
La Virgen de las rocas |
Efectivamente
el ángel Uriel es quien transmite tranquilidad al mirar sonriente al espectador
señalando a su protegido el niño Juan el Bautista Es Uriel frente a tan tétrico lugar.
Otro cuadro con el uso del sfumato es el San Juan Bautista, y Kenneth Clark lo comenta así:
“San Juan Bautista fue el precursor de la Verdad y de la
Luz. Y, ¿qué precede inevitablemente a la
verdad? Una pregunta. El San Juan de Leonardo es el interrogante eterno, el
enigma de la creación. Por tanto se convierte en el espíritu protector de
Leonardo, en el espíritu que reposa en su hombro y que propone acertijos
imposibles de resolver. Tiene la sonrisa de un esfinge y el poder de una forma
obsesiva. Ya he señalado cómo este gesto – que en sí mismo tiene el ritmo
ascendente de una interrogante – aparece a lo largo de la obra de Leonardo.
Aquí es absolutamente esencial.” (Michel J. Gelb, o.c., 160-161.)
La
sonrisa de San Juan no sólo contradice su personalidad fuerte descrita en la
Biblia, sino contrapone al mórbido fondo oscuro que lo cubre en el cuadro.
La sonrisa de San Juan |
Para Gelb la Mona Lisa es la suprema expresión de la paradoja en la obra de Leonardo. Encontrándose en la cúspide del bien y mal, de la compasión y la crueldad, de la seducción y la inocencia, de lo efímero y lo eterno. Ella es el equivalente occidental del símbolo chino del yin y el yang. (Michel J. Gelb, o.c.,161.)
Y
sobre los efectos de tan paradójica sonrisa Bramly la considera:
“El
equivalente femenino de Cristo.” (Michel J. Gelb, o.c.,161.)
Walter Pater la describe como:
“Una belleza forjada desde adentro sobre la carne, el
receptáculo, célula tras célula, de extraños pensamientos y ensoñaciones
fantásticas y de pasiones exquisitas.” (Michel J. Gelb, o.c.,161.)
Sigmund
Freud manifiesta sobre la Mona Lisa:
“La más perfecta representación de los contrastes que
dominan la vida amorosa de una mujer.” (Michel J. Gelb, o.c.,161.)
El Sfumato en la comisura de los labios de la Mona Lisa |
Un
estudio publicado en la revista New Scientist revela que el gesto del rostro de
la Mona Lisa, procesado por un software especializado, está un 83% feliz, un 9
% disgustada, un 6% temerosa y un 2% enfadada. El estudio se basó en la comparación
de la expresividad media estándar femenina con los ojos y los labios de la enigmática
mujer del cuadro de Leonardo.
CODA
Sobre
la sonrisa se ha dicho mucho, grandes autores introdujeron en sus obras frases seductoras
que relevan horas de reflexión a un simple gesto. El gesto más perturbador que
existe.
El
primer Premio Nobel de Literatura de origen oriental Rabindranath Tagore
manifiesta que la tergiversación de sonreír es reír, y a lo que se agregaría lo
de carcajearse:
“Cuando
sonrió el hombre, el mundo lo amó. Cuando rió, le tuvo miedo.”
El gran novelista realista
León Tolstói se expresó así:
“Opino que lo que se llama belleza, reside
únicamente en la sonrisa.”
Shakespeare con respecto a sus poderes dijo:
“Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que
con la punta de la espada.”
Gabriela Mistral se sinceró:
“Hay sonrisas que no son de felicidad, sino de un modo de
llorar con bondad.”
Hasta el poeta maldito, Baudelaire, se cautivó:
“Una
gran sonrisa es un bello rostro de gigante.”
En su relación con la literatura Nietzsche escribió:
“Los autores más ingeniosos suscitan una sonrisa apenas
perceptible.”
(1)
Sumo y sigo. Evoca el poeta humanista César Vallejo estos hermosos versos:
“Hay
labios que lloran arias olvidadas,
grandes lirios fingen los ebúrneos
trajes.
Charlas y sonrisas en locas bandadas
perfuman de seda los rudos boscajes.” (2)
______
NOTAS
(1)
El
filósofo escribió todo un capítulo de las verdades, demasiadas verdades sobre el
alma de los artistas y los autores. (Friedrich Nietzsche, Humano, Demasiado
Humano. Segunda edición. España, Jorge A. Mestas, Ediciones Escolares, S. L.,
2007.)
(2)
Los
versos citados son de 'Nochebuena'. Sobre la sonrisa no se ha referido mucho el vate
peruano, sólo se localizan los siguientes poemas, a saber: ‘Salutación angélica’, ‘Las ventanas se han estremecido’, ‘Todos sonríen el desgaire’, ‘Quién ha encendido fósforo!’, ‘Murmurando en inquietud, cruzo’, ‘Epístola a los transeúntes’ y ‘Dulzura por dulzura corazonada’.
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