martes, julio 16, 2013

JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ II

Porque José Alfredo fue, es y será México.
 F. Cabral.
 

La música popular significa, para cualquier pueblo, el estado anímico y la idiosincrasia de su gente. Algunos dicen que los hay con letras y acordes más sofisticados que otros. El terreno de la técnica no cabe en el sentimiento. No hay cosa más artística para un pueblo que su música popular. José Alfredo Jiménez es uno de los grandes representantes de la música popular Indoamericana. Un artista cabal, del que, por ejemplo, habla Chavela Vargas que nunca lo vio leyendo un libro en los años que lo conoció, pero, eso sí, siempre con un tequila en la mano y contando sus penurias. En José Alfredo no hay preparación, hay sentimiento. Cada canción suya describe con palabras sencillas sentimientos insoldables. Sentimientos transgresores e infatigables de nostalgia. El mariachi es aquel hijo de la chingana que escribe el Nobel Octavio Paz, es aquel pueblo melancólico, es el tequila. El mariachi por excelencia es José Alfredo Jiménez.


5. Amanecí en tus brazos.

“Y me querías decir/ no sé qué cosas./ Pero callé tu boca/ con mis besos./ Y así pasaron muchas,/ muchas horas.”
 


4. Ella.

 “Ya no quiso escucharme/ si sus labios se abrieron/ fue pa’ decirme:/ ya no te quiero.”


3. Me equivoqué contigo.

 “Pero que triste realidad/ me has ofrecido/ que decepción tan grande/ haberte conocido./ Quién sabe Dios/ porque te puso/ en mi camino.”
 


2. Qué bonito amor.

 “Si algo en mí/ cambió/ te lo debo/ a ti./ Porque aquel/ cariño/ que quisieron tantos/ me lo diste a mí.”
 


1. Si nos dejan.

 “Si nos dejan/ buscamos un rincón/ cerca del cielo./ Si nos dejan/ hacemos con las nubes/ terciopelo.”