martes, diciembre 16, 2014

SINHÁ DE CHICO BUARQUE

A mi infinita Isa, herdeira sarará.

 
Caricatura de Chico Buarque

La canción Sinhá (2010) fue compuesta por Chico Buarque y João Bosco. La letra corresponde al primero y la música al segundo. Pertenece al álbum Chico (2011).

En cuanto a la letra, Buarque demuestra la plenitud de su talento al combinar varios elementos en una sola canción. Sinhá reúne temas históricos, sociales y sentimentales. Mas su cuidado en el asunto propio, hace de que pierda cierta dosis de encanto emocional necesario para la excelencia en la música popular. Sin embargo, la canción es confortable; y al escucharla y entenderla hace parecerle más inteligente a uno de lo que es; entonces, hay, además, una satisfacción intelectual.  

Por su lado, la música, es melodiosa y armónica por cuanto la letra se lo exige. Aquí es evidente que fue primero, la palabra. Bosco, a través de su guitarra, lo ambientó adecuadamente. Para los conciertos los arreglos estuvo a cargo de Luiz Cláudio Ramos eterno compañero de Buarque.


BISES

Constituido de tres partes divididas por un único estribillo onomatopéyico. En las dos primeras, el narrador es un esclavo negro que buscar excusarse mientras es castigado por su dueño al ser culpado de haber visto a su mujer (Sinhá) desnuda bañándose en el río. En la última parte, el narrador es el mismo cantor que declara su tormento por ser descendiente de los dos protagonistas del castigo en la historia anterior.

 
 
Se a dona se banhou
Eu não estava lá
Por Deus Nosso Senhor
Eu não olhei Sinhá
Estava lá na roça
Sou de olhar ninguém
Não tenho mais cobiça
Nem enxergo bem
 
Para que me pôr no tronco
Para que me aleijar
Eu juro a vosmecê
Que nunca vi Sinhá
Por que me faz tão mal
Com olhos tão azuis
Me benzo com o sinal
Da santa cruz

Desde la primera parte, dividida en dos estrofas, los versos ya esclarecen el tema principal de la canción; esta es la conflictividad racial (1).
 
La concisa muchedad (2) de la letra permite pormenorizar aspectos alrededor de dicha conflictividad. La cuestión religiosa en boca del esclavo negro, “Por Deus Nosso Senhor”, hace pensar en su asimilación al cristianismo, ya sea por imposición o consentimiento. En el verso, “Não tenho mais cobiça”, el esclavo exterioriza su escasa ambición propia de su condición para atreverse a espiar a la Sinhá; deduciéndose un acomplejamiento. Tras ruegos para que no sea azotado, este recurre a la piedad del ejecutor, “Por que me faz tão mal/ Com olhos tão azuis”, mencionando sus ojos azules (rasgo físico del blanco) identificándolo con la bondad. Termina esta parte, reforzando la idea de su adhesión religiosa, “Me benzo com o sinal/ Da santa cruz”. 

Eu só cheguei no açude
Atrás da sabiá
Olhava o arvoredo
Eu não olhei Sinhá
Se a dona se despiu
Eu já andava além
Estava na moenda
Estava para Xerém

Por que talhar meu corpo
Eu não olhei Sinhá
Para que que vosmincê
Meus olhos vai furar
Eu choro em ioruba
Mas oro por Jesus
Para que que vassuncê
Me tira a luz

En esta parte el esclavo, ya azotado, empieza a contradecirse. Si antes dijo que estaba lejos del lugar de baño de la Sinhá, ahora dice que estuvo ahí pero mirando hacia otra parte. Se muestra la ligación cordial del negro con la naturaleza, “Eu só cheguei no açude/ Atrás da sabiá/ Olhava o arvoredo/ Eu não olhei Sinhá”, incompatible a la del patrón que es indiferente a ella. En los siguientes versos, “Eu choro em ioruba/ Mas oro por Jesus”, el castigado ya no se identifica únicamente como cristiano, por fin declara algo constitutivo a su cultura: su lengua materna. Se viene estableciendo un sincretismo cultural a través de lo religioso (3).  

E assim vai se encerrar
O conto de um cantor
Com voz do pelourinho
E ares de senhor
Cantor atormentado
Herdeiro sarará
Do nome e do renome
De um feroz senhor de engenho
E das mandingas de um escravo
Que no engenho enfeitiçou Sinhá

Cambiando radicalmente el contexto, en esta última parte, el cantor es el narrador. Él se describe con características tanto del negro esclavo como del blanco patrón; y asume su mestizaje, “Cantor atormentado/ Herdeiro sarará”, un tanto agobiado porque no está de lado de ninguno de los dos, ya que, si bien el negro merecería más compasión que el blanco, al final el cantor aclara que la Sinhá sí fue perjudicada por aquel negro (4). Este desenlace relativiza el rol de cada uno de los protagonistas, no son ni buenos ni malos, simplemente son. Toda la conflictividad racial de la canción converge en el narrador, haciéndolo heredero de ambos, heredero de sus miserias y sus virtudes.  
 
 
¿ONOMATOPEYA DE QUÉ?
 
El estribillo, “Eri-ere-eri-ere-eri-ere-eri-e-rere”, tiene muchas interpretaciones. Lo cierto es que el aporte fue hecho por Bosco y no por Buarque. En el documental “Dia voa” Chico le pregunta a João lo que exactamente dice el coro, y luego bromea que parece el hechizo con que el negro sedujo a la Sinhá. En el blog “Decifrando a música”, su autor intenta atribuir el sonido a los latigazos que recibe el negro. El doctor en Literatura Brasileña, Walter Garcia (5), lo interpreta como un sonido disuasivo para que no se oiga la tortura hacia el negro, que se produce entre las partes arriba señaladas, mitigando el ambiente perturbador del dolor. Las tres propuestas parecen ser válidas. Empero más que signifique algo concreto parece integrarse a toda la melodía musical, si la letra es feroz la música intenta suavizarla, y el estribillo onomatopéyico acompaña el ambiente encantado propia de la canción.
 
 
EL MESTIZO BUARQUE
 
En el libro Buarque: Uma família brasileira: ensaio histórico-genealógico (2007), Bartolomeu Buarque de Holanda escribe una biografía novelada del poderoso propietario del Ingenio Samba, José Ignácio Buarque de Macedo, que se casó con una mujer nacida esclava (y liberara a los 3 años de su edad), Maria José Lima. La mujer, cuenta Bartolomeu, ejerció gran influencia entre su familia. A pesar de su analfabetismo, antepuso la educación a todos sus hijos y nietos. De esta pareja, nacerían grandes personajes de la historia del Brasil: El hijo Antonio Buarque de Macedo Lima fue ministro del Supremo Tribunal del Imperio del Brasil; el nieto Manoel Buarque de Macedo, ministro de Agricultura, Comercio y Obras Públicas del Imperio del Brasil; el bisnieto Manoel Ciridião Buarque, educador; el tataranieto Sérgio Buarque de Hollanda, historiador y sociólogo; y los choznos (6), Aurélio Buarque de Holanda, diccionarista y escritor, Cristovam Buarque, exrector de la Universidad de Brasilia, político y escritor y Francisco Buarque de Hollanda, conocido como Chico Buarque, cantautor y escritor.



Letra de Sinhá
 
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NOTAS
 
(1) Otras canciones de Chico Buarque que versan sobre lo mismo: Sinhazinha (despertar) (1983), Sinhazinha (despedida) (1983), O velho Francisco (1987), Paratodos (1993)
 
(2) “Muchedad”, cualidad de mucho; así como, “poquedad”, cualidad de poco.
 
(3) El negro pertenece al grupo étnico-lingüístico de los iorubás del África occidental que fueron llevados al Brasil en calidad de esclavos. A pesar de los siglos de esclavitud,  los iorubás conservaron costumbres que se entrelazaron con la de otras culturas. En el estado de Bahia en Brasil, se aprecia el sincretismo religioso entre los iorubás o nagôs y los católicos.
 
(4) La Sinhá fue hechizada. A propósito, el término portugués “feitiço” aportó al francés “fétiche”, y esta a su vez, al español “fetiche”; palabra que significa: Ídolo u objeto de culto al que se atribuye poderes sobrenaturales, especialmente entre los pueblos primitivos. Para saber más sobre fetiche y fetichismo véase el capítulo IV. Fetichismo, del libro Esmórgasbord de Marco Aurelio Denegri.
 
(5) Del artículo, “Elementos para a crítica da estética do racionais MC´S.
 
(6) Chozno, “Nieto en cuarta generación, hijo del tataranieto.”


 

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