El establecimiento
de un Fuerte con una guarnición de soldados o civiles armados era un
estratagema tan antiguo como las primeras conversiones fundadas por la orden religiosas
misioneras en la selva del Perú, desde el s. XVII.
La fundación del Fuerte de San Ramón, se realizó el año
1847, luego de arduas diligencias que duraron décadas, motivados por el temor
justificado a los indios que habitaban la zona, ya que tenían fama de ser
aguerridos y sanguinarios. Prueba de ello fue la rebelión liderada desde el año
1742 por Juan Santos pretenso Inca
Atahualpa.
ANTECEDENTES
Citando tres Fuertes
anteriores al de San Ramón, establecidos en las montañas de Chanchamayo y Vitoc
tenemos: que en 1743 se construyó un Fuerte
en Quimiri bajo la custodia del Capitán Fabricio Bartuli con el objetivo de
parar la rebelión de Juan Santos. A los pocos días todos eran aniquilados por
el líder de los nativos:
«El segundo
día que regresaban las tropas, encontraron el socorro de víveres que iba para
el Fuerte; y como no dejaban en Quimiri enemigo alguno, descuidaron de enviar con
ellos una buena escolta; y en esto erraron notablemente, porque al llegar al
río de Chanchamayo, hallaron ocupadas las playas de muchos infieles (nativos) que
atacando a los que conducían el socorro, mataron de él diez y siete hombres, y
se hicieron dueños de las pearas. Luego pasó el rebelde (Juan Santos) a cercar el Fuerte de Quimiri, cortando los puentes, y poniendo en los vados fuertes destacamentos para impedir
todo socorro.» (1)
En el año 1779,
siendo Prelado de Ocopa el P. Fr. Joseph Sánchez, se encomendó para la
restauración de las misiones en el Cerro de la Sal; así entre el camino de
Palca a Chanchamayo erigió un Fuerte:
“[El] Año de [1]779,
siendo dignísimo Prelado de Ocopa el P. Fr. Joseph Sánchez, Guardián actual de la Santa Recolección de Lima, se
proporcionó entrada para la restauración de las dichas Misiones del Cerro de la
Sal. El Colegio tomó de su cuenta la apertura del camino a bestia desde Palca a
Chanchamayo. Abrieron un Fuerte a expensas
del Real Erario; guarnicióse con tropa para contener las invasiones enemigas, y
se dio principio a una población de fronterizos; pero considerando los riesgos
y peligros de sus interceptados de los gentiles los que entraban por el nuevo
camino de la Quebrada de Palca y otras
causas que se tuvieron presentes, mandó este Superior Gobierno (Virrey Croix) en
el año de [17]84 la demolición del Fuerte y el retiro de la tropa, colonos y
Misioneros.” (2)
A continuación una
reseña del Fuerte de Vitoc fundado
en 1789 Este acontecimiento permitió la repoblación de Vitoc:
“[El] Año de
[17]87 se determinó por la misma Superioridad que se abriese un nuevo camino
exento de las invasiones de los bárbaros por la parte del valle de Vitoc; cuya
dirección y apertura se encargó al Señor Gobernador Intendente de Tarma Don Juan María Gálvez, quien dirigió a los
operarios con el más activo y distinguido celo; de suerte que en el año de [17]89
había logrado ya entrar a mula hasta el referido valle, en donde fabricó un Fuerte que guarneció con tropa y
restauró los dos pueblos de Pucará y Collac, que estaban perdidos desde el
alzamiento de Santos Atahualpa. Yo contribuí (P. Fr. Manuel Sobreviela, Guardián de Ocopa) con víveres y herramientas y
fabriqué Capilla y casa para dos misioneros que hoy subsisten con el destino de
Curas.” (3)
EMPRESA
El prefecto de
Junín, Mariano Eduardo de Rivero,
fue el propiciador de la construcción de un Fuerte en Chanchamayo, con la
intención de trabajar las tierras aledañas, favoreciendo la economía de los
vecinos de Tarma y el comercio en el departamento de Junín. El Prefecto mandó
publicar el informe que el intendente José
de Urrutia hiciera en 1808 para el virrey Abascal, Soberano que hizo caso
omiso a la recomendación de colonizar la montaña.
El mismo prefecto
Rivero lo relata así:
“Tales
consideraciones (la importancia de recuperar las tierras de Chanchamayo)
indujeron mi ánimo a acometer una empresa, sobrado ardua a la vista
particularmente de los numerosos obstáculos que se me oponían. Pero coadyuvándome
la constancia y el auxilio de algunos vecinos y pueblos de Tarma que cooperaron
generosamente a los gastos de apertura de caminos y provisión de víveres,
obtuve en el mes de setiembre de 1847, apoderarme de la confluencia del Chanchamayo con el Tulumayo, obligando
a sus antiguos ribereños a alejarse de aquel punto, en el cual levanté un Fuerte que lleva el nombre de San Ramón
u protege las valiosas propiedades que ya se ven allí”. (4)
Prefecto Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz |
FUNDACIÓN
El 7 de diciembre de 1847, se firmó el acta de erección del Fuerte, llamado de San Ramón, en homenaje al Presidente del Perú de la época, Ramón Castilla. La expedición a Chanchamayo estuvo al mando del general Fermín del Castillo, acompañado del ingeniero Gregorio de la Rosa, tal expedición cumplió con la misión de construir un Fuerte militar
en la confluencia de los ríos Chanchamayo y Tulumayo, como se consigna en el
acta constitutiva.
Transcripción del Acta Constitutiva del Fuerte |
RESUMIENDO
El Fuerte de San Ramón fue el más efectivo
establecimiento de Chanchamayo en su género, ya que, como se apuntó arriba, los
anteriores Fuertes militares fueron abandonados o invadidos en un corto tiempo.
Esta fortaleza albergó a los jefes y expedicionarios científicos y militares de
los ríos de Chanchamayo, Paucartambo, Perené y Tambo, personajes como: el sabio
Antonio Raimondi, los coroneles Belisario Barriga, José Manuel Pereira y José
Cárdenas y los ingenieros John W. Nystrom, Arturo Wertheman, Joaquín Capelo,
César Cipriani, entre otros.
También el Fuerte de
San Ramón, favoreció la colonización, primero, alrededor suyo; y segundo, en
Vitoc, La Merced y San Luis de Shuaro en décadas posteriores. Años después, 59
concretamente, de la fundación de este Fuerte, se crea el distrito de San Ramón, y como capital la ciudad del mismo
nombre, que se formó en las inmediaciones del establecimiento militar.
En el Fuerte, como
apunta Juan Orrego, en su libro “Historia del Distrito de San Ramón en su
centenario (1908-2008)”, que hacia 1860 se encontraba como alférez, Andrés Avelino Cáceres, años después “Héroe
de la Breña”
Recuperación del Chanchamayo. Litografiado por Simonau & Toovey Informe de Mariano de Rivero |
Fuerte de San Ramón 1874. Dibujo de H. del Garnier Museo de Arte de Lima (MALI) |
NOTAS
(1) José Amich, Compendio Histórico de los trabajos, fatigas, sudores y muertes que los
Ministros Evangélicos de la Seráfica Religión han padecido por la conversión de
las almas de los gentiles en las montañas de los Andes, pertenecientes a las
provincias del Perú. Paris, Llibrería de Rosa y
Bouret, 1851, 191.)
(2) Carta escrita a la Sociedad Amantes de Lima por el Padre Fray Manuel
Sobreviela, Guardián del Colegio de Santa Rosa de Ocopa. Publicado en el
Mercurio Peruano del día 9 de octubre de 1791.
(3) Ídem.
(4) Mariano Eduardo de Rivero, Apuntes
Históricos-Estadísticos sobre el Departamento peruano de Junín. 1855.