En el anexo de Kimiri, margen izquierda del río Chanchamayo, a 3 km de la ciudad de La Merced, capital del distrito y de la
provincia de Chanchamayo en la selva central, se ubica la torre de ingreso del Puente Semicolgante Kimiri a 11.03° Latitud Sur y 75.32° Longitud Oeste.
Kimiri o Quimiri, según los lugareños fue el
nombre de una planta de uso medicinal que crecía en la zona, ahora inexistente.
Puente Kimiri, el más antiguo de Chanchamayo Foto: rconislla |
PRIMERA MISIÓN DE CHANCHAMAYO
El fray Jerónimo Jiménez fue el primer religioso que se aventuró a la montaña de Chanchamayo. Desde el pueblo de Huancabamba al Cerro de la Sal, en donde levantó una capilla con la advocación de San Francisco Salinas. Luego pasó a Kimiri, fundando la misión de San Buenaventura en 1635. Dos años después, embarcándose por el río Perené junto al padre Cristóbal Larios y 28 españoles, fue emboscado por los nativos de la zona, muriendo inevitablemente. Luego de otros intentos de evangelización que causó la muerte de tantos sacerdotes y legos; el año 1673, el fray Alonso Robles funda la misión de Santa Rosa de kimiri. (1)
A lo largo de los
años, las conversiones en este poblado se tiñeron de sangre, escenario de
asesinatos y rebeliones como la protagonizada por Juan Santos Atahualpa desde el año 1742. Precisamente este rebelde
atacó un fuerte establecido en Kimiri:
«El segundo
día que regresaban las tropas, encontraron el socorro de víveres que iba para
el Fuerte; y como no dejaban en Quimiri enemigo alguno, descuidaron de enviar
con ellos una buena escolta; y en esto erraron notablemente, porque al llegar
al río de Chanchamayo, hallaron ocupadas las playas de muchos infieles [nativos] que
atacando a los que conducían el socorro, mataron de él diez y siete hombres, y
se hicieron dueños de las pearas. Luego pasó el rebelde [Juan Santos] a cercar el Fuerte de Quimiri, cortando los puentes, y poniendo en los vados fuertes destacamentos para impedir
todo socorro.» (2)
La referencia de los
‘puentes’
en la cita anterior, no certifica que se esté hablando de una estructura que
enlace ambas márgenes del río Chanchamayo en la zona de Kimiri o de los
alrededores del poblado.
El rebelde Juan Santos Atahualpa sometiendo a franciscanos en Kimiri Ilustración por el padre Gabriel Sala |
SIGLO XIX
Es solo en el s. XIX, cuando se tiene referencia documentada de un puente colgante en Kimiri, no sin antes confirmar que hasta 1869 no había puente colgante alguno, según el informe que redacta John William Nystrom:
El río Perené (se trata del Chanchamayo) corre casi al Norte del Fuerte de San Ramón, tiene el camino tornillo al poniente y los Chunchos están al lado del Este. Los Indios pasan al río con mucha facilidad sea en balsas o a nado, y atacan y molestan a los de nuestra expedición que encuentren en el camino. La ranchería más poblada de los Chunchos hoy está enfrente de Quimiri, adonde hay grandes pampas y hermosos campos en ambos lados del río. El modo más económico, pacífico y seguro de conquistar estos salvajes, es construyendo un puente sobre el río enfrente de Quimiri.
(...)
Es preciso, hayan o no Chunchos salvajes, que se construya un camino bueno a orillas del río y un puente de Quimiri a la otra banda para facilitar la colonización, que evidentemente pronto se internará en esos países. (3)
Es preciso, hayan o no Chunchos salvajes, que se construya un camino bueno a orillas del río y un puente de Quimiri a la otra banda para facilitar la colonización, que evidentemente pronto se internará en esos países. (3)
El Ing. Félix Giordano, 6 años después, escribió una memoria de
la excursión a la colonia de italianos y otros extranjeros en Chanchamayo que
hizo el año 1875 acompañando al Sr. Ippolito
Garrou, Encargado de Negocios del Reino de Italia. En ella anota:
El día 18 [de mayo de 1975]. Fuimos
a hacer una corta visita hacia las localidades de Quimiri, poco más allá de La
Merced [este pueblo se fundó en 1969 por el Coronel José Manuel
Pereira], adonde, sobre el lado izquierdo
del río, los franceses consiguieron sus lotes de terreno en la proporción que
era antes de ¼ de legua y últimamente ha sido reducido a un kilómetro en cuadro.
Sobre
la orilla opuesta, algunos italianos consiguieron cada uno un lote
de terreno de 1,000 metros por 500, es decir, el equivalente de 50 hectáreas,
que es ahora el área que se concede por reglamento a cada colono. Se viene a
este sitio de los italianos, pasando por uno de los puentes suspendidos de alambre que nos pareció muy crítico por su
longitud y oscilación. (4)
El Dr. Manuel María del Valle corresponsal del
diario limeño “El Nacional” redactó unas cartas de su visita a las colonias de
Chanchamayo en el año 1876. En la quinta carta escrita desde La Merced, el 6 de
abril de 1876 indica:
Pampa de Quimiri.
Atravesando el río Chanchamayo.
Luigi
Ripamonti y Ángel Barlazino.- Terreno Adjudicado: 100 Has. Terreno sembrado: 2
Has de arroz; 2 Has de azúcar; 1 Ha de camote; ½ Ha de frejol; ½ Ha de yuca;
3000 plantas de café y 12 libras de almácigo. 30 m2 con plantas de plátano.
Casa de caña y paja, en 30 m; 2 chanchos y 20 gallinas. (5)
Con esta carta el Dr. Del Valle confirma lo que un
año antes escribió el Ing. Giordano, la existencia
de un puente que atraviesa el río Chanchamayo y la presencia de colonos
italianos en la margen derecha de la zona de Kimiri. Además de Luigui
Ripamonti y Ángel Barlazino, el Dr. Del Valle nombra a Doménico Conte, Pedro
Rechini, Ángelo Piana, Guido Colombino, Dominico Gradella, Antonio Bianchi,
Luigui y Vitale Sottocorno.
Para su extraordinaria obra, El
Perú, el sabio Antonio Raimondi
le encargó a H. del Garnier, hacer
una serie de grabados en todo el valle de Chanchamayo. Entre esos dibujos,
Garnier trazó uno en 1876, denominándolo “Puente del Quimiri” (6)
Puente del Quimiri, dibujado por H. del Garnier Museo de Arte de Lima |
SIGLO XX
Desde la Municipalidad de Chanchamayo, reafirmado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, se informa que el actual Puente Semicolgante Kimiri fue construido en 1901 por los lugareños con el propósito de mejorar la vía de acceso de La Merced a los fundos que se ubican en la margen derecha del río Chanchamayo.
En la torre de entrada se encuentra la siguiente
inscripción: “AZ 1905”. AZ, por Antonio
Zucchetti, al que se le atribuye la dirección de los trabajos de
construcción del puente; y, 1905, por el año de su inauguración.
Frontis del puente |
Este puente contribuyó a la eficacia en la
colonización de la selva, ya que, si bien los extranjeros desde el s. XIX fueron
beneficiados por las políticas de concesión de terrenos, a partir de 1900, los
peruanos de la sierra, sobre todo de la sierra central, se aventuraron por un
provenir en Chanchamayo. Los anexos, tanto en la margen derecha como
izquierda del río: Bajo Quimiri, Alto Quimiri, Quimiri Sur, Quimiri Centro, Quimiri Norte, Quimiri San Juan, etc., son la convergencia de una identidad reunida de
muchas identidades. Las actuales familias: Fronda, Gianuzzi, Robles, Samaniego, Fernández, Avellaneda, Cossío, Espejo, Oré, Ponce, Valverde, entre otros, son herederos de sangre
y tradiciones de nativos, serranos y europeos que ocuparon esa tierra.
El Puente Semicolgante Kimiri, es el símbolo de tal relato, un relato que se repite
en Monobamba, Satipo, Oxapampa, Purús, Puerto Inca y Atalaya, en toda la selva central. Testimonio de ello, son las reuniones en torno a los trabajos de
refacción y mantenimiento del puente. Año tras año los colonos y vecinos
de Kimiri se organizan para el buen funcionamiento y estética de su puente semicolgante.
Colonos de Kimiri, posando luego de los trabajos de mantenimiento. Foto: cortesía de Luz Cárdenas Espejo |
ANTONIO ZUCCHETTI
Fue uno de los primeros italianos en integrar la colonia de Chanchamayo. Se registra su nombre en la cuarta carta de fecha 3 de abril de 1876 enviada por el Dr. Del Valle al diario “El Nacional”. En él, Zucchetti y 6 inmigrantes más tenían en la Quebrada del Carmen un total 100 has de tierras adjudicadas; sembradas: 10 has de arroz, 6 has de diversos productos; 2000 plantas de café en almácigo; 2 caballos, 10 cerdos, 80 gallinas y 1 mula. (7)
Antonio María
Zucchetti Vergani nació en Cologno Monzese, Milano, el 23 de agosto de 1847. Se casó con Palmira Rovatti Vitali, nacida en 1866
en Pavia, Milano. Esta pareja asentada en Chanchamayo y luego en Tarma tuvo 9
hijos, entre ellos: Umberto, César y Juan. Umberto
Zucchetti Rovatti fue transportista y administrador de una de las haciendas de la Peruvian Corporation en el
Perené, y según relatos familiares, ayudó a su padre en la construcción del puente Kimiri. César Zucchetti Rovatti
fue alcalde de La Merced, Chanchamayo; existe una memoria institucional de 1939
sobre su gestión de ese año. Juan
Zucchetti Rovatti fue alcalde de Tarma.
Los conocimientos en albañilería de Antonio Zucchetti, oficio que tenía en Italia antes de llegar al Perú, le permitió abrir caminos, edificar viviendas y construir puentes, facilitándole su supervivencia y la de los suyos, en la selva agreste.
Palmira Rovatti y Antonio Zucchetti, en medio, hijo de ambos, Umberto Foto: cortesía de Franck Zucchetti |
SIGLO XXI
En la actualidad el Puente Kimiri, según el Informe Técnico N° 1093 del 2012 de la Dirección de Patrimonio Histórico, Colonial y Republicano, cuenta con las siguientes características: “cubre una luz de 75 metros aproximadamente, sustentado por catenarias compuestas por cables metálicos sujetos a dos cámaras de anclaje; una directamente incrustada en la roca del cerro y otra a una torre de piedra semicanteada con argamasa de cal y arena de 4 metros de altura y protegida de las lluvias por una cobertura a dos aguas de tejas artesanales. Asimismo, sujetas a los cables principales se ubican sendas péndolas metálicas verticales y equidistantes a intervalos cortos, ancladas a vigas de rigidez de acero tipo I distribuidas de modo transversal sobre las cuales descansa un entablado longitudinal de madera como plataforma de paso por donde transitan personas y vehículos ligeros a menor escala.”
En dicho Informe
Técnico también se menciona que el puente, “de acuerdo a su estructura con soportes metálicos, se puede clasificar
como un puente colgante semirrígido,
cuya resistencia radica fundamentalmente en la forma de catenaria de sus
elementos principales que funcionan a tracción y resisten grandes luces sin
sufrir deflexiones importantes gracias a su flexibilidad, pero sin tener las
fuertes oscilaciones características de los puentes colgantes tradicionales.”
PATRIMONIO CULTURAL
El 19 de noviembre del 2012, en la Resolución Viceministerial N° 063 del Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, se declaró bien integrante del Patrimonio Cultural de la Nación al Puente Quimiri, por la razón que “presenta valor histórico por constituir un testimonio singular de infraestructura vial republicana en la Selva Central y un referente del proceso de ocupación y accesibilidad a los recursos de la selva, valor tecnológico por los materiales empleados y características constructivas y valor simbólico por estar presente en la memoria colectiva de la población.”
La
conclusión anterior se basa en que la puente es una obra de ingeniería con más de cien años de antigüedad en la que se
integran armónicamente los materiales locales como la piedra, madera y tejas
con productos industriales como las vigas y cables metálicos, logrando una estructura funcional y coherente con su
contexto. Además, que constituye un hito
para los pobladores de la zona, tanto por sus características formales,
jerarquía e importancia funcional, al permitirles desplazarse libremente, como
por los valores rememorativos y de antigüedad, al relacionar este elemento
integrador con las actividades
tradicionales y cotidianas de carácter económico y social realizadas en el pasado, en el presente y
proyectadas a sus descendientes. Por último, la creciente importancia que
ha cobrado la actividad turística en la zona, su ubicación estratégica al comunicar diversos atractivos naturales
como las cataratas de Borgoña y La reina
y, en general, imponentes paisajes naturales; el Puente Kimiri es considerado
como un aporte al desarrollo cultural y
turístico de la provincia de Chanchamayo.
Todos estos motivos expuestos en la mencionada Resolución Viceministerial.
NOTAS
(1) Carta escrita a la Sociedad Amantes de Lima por el Padre Fray Manuel
Sobreviela, Guardián del Colegio de Santa Rosa de Ocopa. Publicado en el
Mercurio Peruano del día 9 de octubre de 1791.
(2) José Amich, Compendio
Histórico de los trabajos, fatigas, sudores y muertes que los Ministros
Evangélicos de la Seráfica Religión han padecido por la conversión de las almas
de los gentiles en las montañas de los Andes, pertenecientes a las provincias
del Perú. Paris, Librería de Rosa y
Bouret, 1851, 191.
(3) John William Nystrom, Informe al Supremo Gobierno sobre la expedición de Chanchamayo. Lima, Imp. Y Lit. de E. Prugue, 1869, 15 y 17.
(3) John William Nystrom, Informe al Supremo Gobierno sobre la expedición de Chanchamayo. Lima, Imp. Y Lit. de E. Prugue, 1869, 15 y 17.
(4) César Salomón Herrada, Historias de Inmigrantes y el problema de la
Inmigración en el Perú 1885 - 1890. Perú. 70-71.
(5) Juan Carrión
Ruiz, Los Pioneros. Homenaje a la ciudad
de La Merced en su primer centenario de fundación 1896 - 1969. Edición de
Humberto Alonzo. Primera edición. Perú. Industria Gráfica Miller E.I.R.L.,
2013, 61.
(6) Museo de Arte de
Lima, donado por Félix Denegri Luna.
(7) Juan Carrión
Ruiz, o.c., 58.